La cláusula suelo, es aquella cláusula incorporada en un préstamo, habitualmente con garantía hipotecaria, que impide a su titular, ante un escenario de bajada de los tipos de interés como el actual, beneficiarse de tal bajada, ya que dicha cláusula suelo garantiza la aplicación de un interés mínimo a favor del banco entre un 2% y un 5%.
En estos momentos, en que los tipos de interés variable del Euribor están por debajo del 1% muchos clientes bancarios que han suscrito un préstamo hipotecario supeditado a este tipo de cláusula, no puede beneficiarse de una rebaja de sus cuotas hipotecarias. Esto conlleva una evidente mala praxis bancaria, puesto que la evolución de los tipos de interés era conocida de antemano, y lo que se ha tratado de buscar por parte de las entidades bancarias ha sido rentabilizar al máximo esa información a costa del cliente.
La denominada clausula techo consiste en que en el supuesto de que los tipos de interés subiesen, los clientes bancarios se verían protegidos, de tal forma que nunca pagarían más de un 15%. Este tipo de interés fijado es completamente irreal y desproporcionado, pues en el actual sistema de Índice Aplicable (EURIBOR 12 MESES), es inviable alcanzar tal cifra.
La cláusula suelo suele estar redactada de forma ambigua, oscura e incomprensible en tanto que nadie comprende los riesgos que realmente se asumen, pues como señala la sentencia del Tribunal Supremo de 9 de mayo de 2013.
La cláusula suelo, es aquella cláusula incorporada en un préstamo, habitualmente con garantía hipotecaria, que impide a su titular, ante un escenario de bajada de los tipos de interés como el actual, beneficiarse de tal bajada, ya que dicha cláusula suelo garantiza la aplicación de un interés mínimo a favor del banco entre un 2% y un 5%.
En estos momentos, en que los tipos de interés variable del Euribor están por debajo del 1% muchos clientes bancarios que han suscrito un préstamo hipotecario supeditado a este tipo de cláusula, no puede beneficiarse de una rebaja de sus cuotas hipotecarias. Esto conlleva una evidente mala praxis bancaria, puesto que la evolución de los tipos de interés era conocida de antemano, y lo que se ha tratado de buscar por parte de las entidades bancarias ha sido rentabilizar al máximo esa información a costa del cliente.
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No dudes en contactar con nosotros, para que valores tu caso y te podamos asesorar de manera personal y directa. Estaremos encantados!
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